4.28.2012


La vida se me pone negra, no veo, no entiendo y no sé bien a dónde girar. Caigo y de tanto caer no me quiero levantar, mucho menos suspirar, solo quiero estar ahí inmóvil para observar y tratar de entender qué es todo esto que pasa, o más bien, que no pasa, no se acaba, no me deja, ¡maldita sea!, no me suelta. La vida se pone negra y creo que si me dejan sola con los pensamientos tiendo a la desaparición, algo hermoso se va de mí y mi ser queda hecho pedazos.

Me ahogo, me ahogo sin siquiera saber en qué momento terminé sumergida en ese mar negro de confusión. La vida esta negra y una presión profunda inmersa en mi pecho no me deja respirar, ni pensar, ni murmurar. Estoy como ida de este mundo y no logro maquinar una estrategia para volver a la realidad, si es que en verdad hay alguna realidad coloreada más amable, no no puedo planear.

La vida se me puso negra y quedé tan sola… en este mundo la pereza se apodera de mí, no soy capaz de reunir las fuerzas para levantarme de la cama, así sea con el pie izquierdo, como sea pero levantarme, no soy capaz. Vida negra, cruel, aburrida e irritante. Bajo el volumen y cierro los ojos, ya todo da igual.

Todas las tardes del sol, todas las noches del agua
todas las cosas perdían color, todo en el aire flotaba
Niña bonita mi amor,
¿qué es esa cabeza gacha?
Todos preguntan qué hicimos con vos,
¿por qué no come ni habla?
FP