4.28.2007

Otra vez en la misma escena, ella escucha el timbre y nuevamente decide abrir la puerta, él aparece bañado en furiosos pétalos de sal..Que sutil manera de gritar amor en su susurro repetido del adiós!

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4.21.2007

Solo bastaron dos segundos para que aquello que llaman amor se sintiera en los pulmones de él que la veía en la barra del bar, sola y entre lágrimas, pidiendo tragos y algo de compañía. No era la primera vez que sus vidas se cruzaban, pero tal vez si la primera vez en las que sus emociones se acomodaron a un mismo ritmo, ella era una artista, su locura por la pintura la había llevado de gracia en desgracia, los callejones de sus pasiones se habían vuelto cada vez mas pesados, tanto que la tristeza de sus pinturas la habían capturado en un intento inútil por liberarse del color amarillo. Él se animó, con paso firme se acercó a la barra y a su lado se sentó. Las mujeres, y más sin son artistas, reconocen en la mirada de los hombres sus intenciones, y qué mejor intención que la de un hombre lleno de amor?, no necesitó pinceles para poderse expresar “Llévame en una canción, no importa que tanto ella suene a pink floyd, lo que hoy importa es que me saques sin vacilación. Llévame en una canción, no importa si es en re o en fa mayor, igual todas me suenan a si…lencio. Sácame rápido de aquí, no importa si tardamos una negra o una blanca pues al fin y al cabo lo que quiero es escapara en tu canción. Llévame en una canción, ojalá ella sea tan nueva como tu aparición, llévame al compás que prefieras, sea tímido, travieso o sin inspiración…” en medio de esas palabras él soltó una mirada que al momento ella entendió, de esas miradas que sueltan los hombres cuando quieren amar pero se sienten impedidos, lo que ella supo y ellos no suelen saber es que si lo pueden lograr “entiendo, la canción no es lo tuyo, entonces debe ser la actuación, por qué no me incluyes en la próxima función?” él sonrió, ella tenía la razón, él hacia parte de los artistas que se dedican a la actuación, pero con una tristeza respondió “yo también traigo una resaca en mi interior, no se si es por la pesadez de los encantos o los malos tiempos que rodean la ciudad, pero los mensajes por mas evidentes que sean no se logran plasmar en los libretos, a la gente le da miedo hablar de amor!, yo he tratado de borrar los tachones para dejar fluir la función, pero todos se empeñan en ocultar el motivo de inspiración, por qué no mejor escapamos e inventamos algo solo para los dos?”

Hoy se estrena una exposición, se invita a todos aquellos que no creen en los impulsos que regala la inspiración, se dice que es el mejor remedio para los que les da miedo dejarse llevar por el amor.


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4.17.2007

No es tan complicado

Tomó una hoja entre sus manos, la dobló por la mitad, acercó las puntas al medio, dobló la parte de abajo hacia un lado y hacia el otro, dobló, dobló y dobló, hasta que tuvo en sus manos un pequeño barquito de papel morado. Con pantalón corto y camisa blanca corrió por sus zapatos, subió las escaleras, abrió la puerta del armario, se los puso, bajó, y saliendo por la puerta trasera en dirección al muelle de madera ubicado a tan solo unos metros de su casa, llegó a él, se acostó boca abajo y miró…

Preparen velas!!...Capitán, cuál es la misión?... Marinero la de siempre, volver!!, alisten las latas de espinacas!... Ya están listas mi capitán, y los salvavidas están en su puesto, podemos zarpar!...

El barquito desapareció en el punto donde dicen que el cielo se abraza con el mar, habiendo pasado el tiempo necesario para que aquel niño notara que el sol había cambiado de posición y con él todas sus expectativas. Su entendimiento no fue tan corto como su pantalón, se levantó y dando la espalda al mar volvió a su casa, buscó en el cajón de su escritorio una hoja sin marcas de pliegues de color naranja. No fue tan complicado, el niño comprendió que aquel barco morado tras haber estado en el mar nunca hubiera querido volver a ser de papel.

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4.08.2007

"…sólo entonces comprendió hasta que punto había sido una victima fácil de las trampas caritativas de la nostalgia…"
Gabriel García Márquez. El amor en los tiempos del cólera.

Era muy sencillo, el amor no podía ser eso, no podía durar tan solo un segundo, no podía durar toda la eternidad… Fue solo así y entonces que me pude sentar a hablar con esa, con ella, con Nostalgia, que por mucho tiempo había venido revoloteando en mi mente, la misma que hacía con cualquier minúscula señal un paraíso en mi cabeza…hablé con ella, con la intelectual de mis tormentos, con la sensibilidad mis recuerdos, con la dueña de mi paciencia, con la enemiga del olvido.

Ya no iba para más, no podía eso llevar a más, yo no podía más... fue en ese momento cuando con solo una mirada se quedó inmóvil, tuvo miedo de enfrentarme, enfrentarse a lo ahora era, a lo que realmente acontecía, pero yo me acerqué.

Si le hablé, horas completas, noches enteras, haciendo claros cada uno de mis argumentos, una a una mis razones…ella solo me miraba, hasta que reventó, dejó escapar su tristeza, su rabia, su ira y mirándome profundamente gritó revelando el verdadero problema… ”SI! TU LO SABES, YO LO SÉ, NOSTALGIA DE ÉL IGUAL LO SABE, PERO EL PUNTO ES QUE ÉL LO SABE TAMBIÉN!.... Y ENTONCES QUÉ??”

(poco tiempo pasó, yo me hice la sorda, por mi bien... ella levantó los hombre y por algún tiempo se escondió en algún rincón)


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