8.11.2010

No, no quería que volvieras a verla, ¿para qué? No quería que al verla volvieras a sentir, nervios, pero al fin y al cabo sentir, porque después de eso vendría la confusión, las preguntas ¿pero qué sentí? ¿por qué después de tanto y de todo ella me vuelve a hacer sentir?... sí, porque después de todo y tanto yo lo sé, nervios ibas a sentir… pero después, después por fin entendí que aquellos nervios son directamente proporcionales al dolor sentido que el tiempo convirtió en incertidumbre, esos nervios que no son más que una ilusión que el tiempo y la distancia destrozó, una imagen borrosa y desconocida, unas lágrimas que se secaron pero quedaron, una tristeza inmensa que quiso superarse, una vida, un amor que en planes se quedó… nervios, nervios de volver a verla, a ella a quien todo entregaste, quisiste darle, soñaste y hoy son solo ideas casi ilegibles, irreconocibles por ti, pero al fin y al cabo tuyas… nervios, directamente proporcionales a esa tristeza, la que te perturbaba, te acorralaba, de enceguecía, te incomodaba, y todo porque querías amarla… Pues mi amor, ve y encuéntrate con ella, vive este momento que por años te ha intrigado, ve y graba ese momento por siempre en tu memoria pues te aseguro, y de eso me encargo, nunca más volverás a sentir eso, entre tú y yo nunca habrá un reencuentro.

7.23.2010

Sin función

Estas son dos historias paralelas, nada que ver la una con la otra, pero la vida, tosca vida, necia vida, pendeja vida, se encarga de meterlas en un mismo tiempo y por desgracia en un mismo lugar. Yo no estoy preparada para semejante guión, pues ustedes ya imaginarán lo complicado que es poner una sola historia en escena por la preparación de los personajes, el vestuario, la ambientación, cada uno de esos detalles... ahora bien, pues poner dos no ha sido fácil, ya me he visto yo corriendo en el camerino, alzando pesadas cajas, despeinada y realmente sin ganas de trabajar, la inspiración la perdí. Muchas veces me pregunto qué fue lo que me hizo aceptar este trabajo, “un trabajito de artista” me dijeron, y claro fue la necesidad la que me hizo aceptar esto, pura necesidad (de alimentar el ego)...por eso me lancé con los ojos cerrados y la torpeza a flor de piel a aceptar la propuesta.
Entonces usted está ahí esperando que en algún momento haga referencia por lo menos a una de las dos historias, pues no, no puedo por la sencilla razón que esas historias deben ser actuadas al mismo tiempo, y por desgracia en el mismo lugar. Lo que a mí me da pesar que es ambas historias por separado pueden llegar a ser calificadas por quienes vienen al teatro como números hermosos, untados de romanticismo, drama y felicidad… pero cuando se unen, ustedes no saben, cuando se unen no queda más que una fea historia de contrastes absurdos que solo provocaría que ustedes se levanten de esa silla y busquen una mejor forma para entretenerse.
Los personajes ni se diga, andan alborotados haciendo reclamos. Por ejemplo las protagonistas, yo tenía contratada la de cabecera, la que pongo en los anuncios de afuera, pero como son dos historias me tocó mandar a traer la que antes ocupaba el lugar de protagonista en este teatro, que problemón! La una se siente amenazada pues como es novata y hasta ahora está llegando lejos le da miedo la catana… la otra, la catana, esa se cree que volvió a su reino, a dar órdenes y a acomodar todo a su manera, ese ego de “todo esto ha sido mío y será mío” choca con el resto de los actores, pero sobretodo con la nueva protagonista que no se logra controlar.
Público ustedes no saben, no se imaginan las veces que me han dado ganas de renunciar, seguro existirán artistas más maduros, con más experiencia, capaces de dar forma a este intento de obra maestra que sólo es un desorden acumulado. Para mí el orden de las cosas sería que se cuente una historia, con su inicio, nudo y desenlace (nótese la palabra desenlace) y luego si dar comienzo a la otra ¡pero no! al jefecito que es el que paga no le gusta, por lo tanto hoy ustedes han perdido el tiempo por venir a este lugar, desgraciado mismo lugar, hoy no hay función, hoy no hay inspiración, ni ganas, ni aliento, ni nada con lo que se puedan divertir.
Adiós.

4.08.2010

Es curioso, para mí todo todo en este cuento tiene un por qué, cada pequeña coma atravesada por ahí tiene un por qué de tal intromisión… Que use un punto seguido (y seguimos) en vez de un punto que nos aparte tiene una razón, así tu no lo veas.
En este cuento, mi amor, todo tiene importancia, fíjate bien y entenderás como de cada minúsculo detalle se abre todo un panorama, ahora por ejemplo sabrás por qué como personaje principal de este cuento escogí a una gallina y no a una gata, pues por fuera de este cuento está el nuestro y ya lo sabes. Sabes que odio las gatas, me fastidian cuando ponen esa cara de placer cada vez que les toman una foto, esas gatas que se pasean por tu tejado, por tu vida, con cara de yo no fui ni quise que fuera así… y que en cambio prefiero la gallina, preferimos la gallina en vez de una gusana por ejemplo, gusana atrevida que intenta treparse en tus piernas creyéndose un mejor plato de comida (sin darse cuenta quien se alimenta de quien), gusana que solo quiero escupir, que mal plato, que mal plan los que ella propone… lo bonito es que al final de este cuento el final es tan bonito como simple, al final la gallina, mi amor, la gallina pone el huevo, y así se nos abre otro panorama, tu sabes de que hablo... así no te fijes con tanto cuidado.

3.12.2010

Termina, me mira y me vuelve abrazar
Lo deja, lo piensa y vuelve a intentar
Se rinde y suspira que quiere comenzar
La próxima vez que se vaya...dile donde voy a estar.

2.25.2010

LIBRO VIAJERO

Libro, eso te pasa por haber estado viajando de corazón en corazón. Mira no más cómo te han dejado, con páginas arrugadas, frases resaltadas, con lápiz, con resaltador, que vulgaridad libro, mira como te han dejado. Yo sé, no es culpa tuya, qué grosería, te han dañado y ni siquiera te han terminado de leer, nadie ha llegado hasta la última página, ninguna ninguna ha llegado hasta allá a pesar de las noches que descansaste en sus mesas de noche, incondicional, prometiéndoles el mejor final…eso te pasó por haber estado viajando por donde no debiste haber viajado.

Ay librito ahora soy yo la que debe soportar esas frases resaltadas que llaman mi atención en cosa que no quiero, habiendo tantos versos lindos en ti… Libro, ya has viajado mucho, ya has conocido tanto, no busques más porque ya me has encontrado… Las páginas resaltadas, arrugadas y rasgadas las leeré con respeto, pero quiero que sepas que llegaré más allá, a donde nadie antes ha llegado, hasta el final, pasaré por los capítulos que nadie ha visto, por tus cosas que aun no conoces, Libro llegaré al final, quedan tantas hojas limpias, quedan tantas hojas en blanco que debes escribir… yo no te dejaré dormir en mi mesa de noche, te leeré, seré tu lectora incondicional, no te cambiaré por cualquier revista de farándula o ladrillo académico suelto por ahí… y cuando llegue al final no tendrás que volver a viajar, seremos dos con una misma historia…historia de amor.

2.12.2010

EL VERGEL.

Estábamos ahí sentados cuando empezamos a ver el movimiento del lugar, el trapiche estaba lleno de trabajadores, los hombres al fondo hacían el trabajo pesado, cerca a nosotros las mujeres encargadas de empacar los cubos de panela. Parecía que todo estaba muy en orden, la ropa de quienes estaban allí ya estaba sucia por el trajín, todas las frentes sudorosas y allí se desprendía un olor que para la época debió ser natural por la falta de implementos de aseo. Nosotros estábamos ahí sentados escuchando todo lo que alrededor sucedía, los señores del fondo para poder coordinarse gritaban “unos dos tres, páselo” “uno dos tres, ya” “uno dos tres, empuje” “uno dos tres …”, a nuestro lado las mujeres hablaban de todo, de los niños, la hija de 15 que ya había conseguido marido, la cuarentena de la que acababa de ser madre, del marido, la suegra, los jefes, el baile, las mujeres como en muchos otros tiempos se dejaban llevar por el chismerío.

El lugar era plenamente inspirador, el techo alto era el reflejo del esfuerzo que hombres rústicos pero fuertes tuvieron, las columnas anchas, los corredores de viento, el tono de la luz, no sentirse plenamente inspirado era simplemente imposible. Nos detuvimos por un instante allí a observar, a respirar, a vivir en y para otro tiempo… Volteamos nuestra mirada a una ventana que daba hacia el trapiche, allí estaba él quien nos miró fijamente a los ojos…nos miramos el uno al otro para confirmar aquella mirada que posaba insistentemente sobre nosotros, cuando confirmamos que efectivamente era él volteamos lentamente nuestros ojos a los suyos, con una mirada nos sentenció, desde la ventana todo terminó, todo se apagó, ante nuestros ojos quedó tan solo la imagen de un trapiche viejo y abandonado, ante nuestra alma quedó la imagen de ese señor que se quiso desvanecer para darnos campo a nosotros para crecer.

1.29.2010

Mis ojos te dicen no, pero mi boca si...

...entiéndelo, lo quiero intentar!

1.26.2010

Diplomas en mano, una vida profesional plenamente realizada, seis ofertas de trabajo para mi regreso, cuatro idiomas perfectamente hablados, otros dos que podía leer, y a mi lado el primer extranjero que encontré por ahí. No quejarse era una política de mi vida, pero no el sinónimo de mi felicidad, había realizado todo y cuanto me había propuesto, metas, logros, todo, pero aun así no era suficiente…bien había sido advertida alguna vez, el viajero que huye tarde o temprano detiene su andar
El dinero ya no era problema, de regreso podía comprar el apartamento que quisiera en un lugar alto, con vista a la ciudad, ventanas de piso a techo, nada excepcional… el extranjero no me quiso acompañar, del tercer mundo nada le iba a aportar, empaqué maletas y mis últimas horas las pasé comiendo pastelitos chez Helene… Camino de vuelta esperé encontrar a tanta gente que quedó intacta en mi cabeza, pero la vida no es un soplo, veinte años es mucho, y todo había cambiado de lugar. Solo conserve un amigo, el loco que se hizo cantante, pensé que todo sería igual pues su voz era la misma, pero al volver su barriga era directamente proporcional a los años pasados… pude reunirme un día en la oficina donde casi semanalmente me veía con mis amigos a tomar, los vi a todos, era la bienvenida, pero luego cada uno siguió indiferente por su vida, mientras yo pasaba mis horas del trabajo al apartamento, del apartamento al trabajo, y los fines de semana iba a casa de mis hermanos a cumplir mi deber de solterona la de ser la tía mas alcahueta de todas!
Una tarde dominguera sentí el peso de la soledad, pero quejarse ya no era lo mío, “un perro por favor, si ese, el pastor alemán”. Nuevamente la vida en orden, diplomas en la pared, trabajo envidiado en mi gremio, un apartamento hermoso, y para la soledad un perro!.
Anoche salí a caminar con el perro, algo no se encontraba bien en mi mente, aire fresco no vendría mal. Salí, cambie de ruta, subí cuatro cuadras, pase por la parte de atrás de la casa bonita, le di una vuelta al parquecito… Y aunque no quise el regreso siempre se vuelve al primer amor… allí estaba, con su barba blanca, paseando a su perro, y de su mano una mujer que no logré identificar… no di un paso más, me quedé intacta, ahí, bajo el burlón mirar de las estrellas que con indiferencia…
Halé la correa de Webber y me fui corriendo a mi apartamento, subí, y abrí la primera botella de vino que encontré por ahí. Tenía que ser él, era igualito al de la foto de su abuelo! Pero no, no podía ser él porque la abrazaba, y la miraba, y le hablaba al oído! ¿Por qué tenía que encontrarlo si mi vida era perfecta? Era no, sigue siendo, pero…pero él la abrazaba! y la miraba! y le hablaba al oído!… Fue imposible no reclamar esos brazos ¡eran míos! ¡Fueron míos! ¡Y los labios, y las manos y todo!... ¡todo mío! ¡todo él fue mío un día!… Pero la vida me puso la trampa y seguí el camino que en ese momento parecía el mejor, lejos, muy lejos… no, no me quejo, para mi soledad esta Webber, sólo que es difícil no pensar qué hubiera sido mi vida si hubiera decidido pensar en dos, no en uno…
No me quejo, vivo, solo que ahora lo hago con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez!