-Es el incesante hecho de encontrar firme el muro que ayer tumbé-
Ella

Entre cuadros y esquemas hoy intenta salir del problema. Acostumbrada a vivir en medio de murallas, paredes, rejas y cercas, hoy busca alguna curva que de repente la deslice a otro lugar.

El despertar comenzó cuando al tratar de escribir un nuevo cuento se vio truncada por falta de espacio, su imaginación quedó amenazada, el imperio establecido en su mente proporcionaba una serie de normas que no le permitía la creación de un nuevo verbo. Esa impotencia la llevo a verse agobiada por una serie de dudas y sin sabores, sarcasmo e indulgencia, disimulo e hipocresía.

No fue tan sencillo de manejar, lo anterior no era generado por un ingenuo arranque de rebeldía, ella había notado que aquel imperio no había sido construido en tres días, como se cree, sino que llegó a ser lo que era porque alguien algún día se le ocurrió escudarlo con esa palabra, Dios.

Pero hoy no los voy a aburrir con largos relatos de sus luchas contra las paredes, de su firme creencia en tan solo la esencia, de sus largos intentos por crear nuevos verbos… porque auque muchas veces se sintió vencedora, el exceso de información otorgado en sus años anteriores la llevaban siempre a lo mismo, una traviesa conciencia… y aunque ya no lleva en su pecho una cruz y evita el padre nuestro, en las mañanas cuando despierta un nuevo muro encuentra…. ¡Es que las curvas si que cuestan!.