11.05.2009


Ya lo sabrás, hoy no nos veremos, esta casa está destruida, alguien la pateó sin piedad, la destruyó, ahora están todas las piezas del lego sueltas por ahí… Y mientras pasan las los minutos, las horas, las semanas y los meses yo me mato la cabeza tratando de cuadrar las fichas, intento e intento, y mientras intento quisiera dejar de llorar, que las lágrimas no me invadan, pero ya lo entenderás, la casa ya no está. He tenido que dejarte para ocuparme de éste desastre, que no es sólo mío, es de todos nosotros al fin y al cabo, pero he de ocuparme, untarme de dolor, de rezagos de odio, de heridas de armas, de tantas cosas, ya lo verás, tanto trabajar en la reconstrucción de la casa está creando una fea arruga entre mis cejas, una expresión constante de tristeza, de angustia, de desilusión.
Pero es importante que sepas esto antes de que muera, y es que cada instante que pase lejos de ti por ocuparme de mi país quisiera estar cerca de ti. Es verdad, todo mi ser quiere reconstruir la casa, pero una parte de mi corazón quiere ir hasta el tuyo, descuidarse, olvidarse de todo, esconderse en ti, vivir por ti. Tal vez no sea suficiente, ya lo veré, cuando este vieja y me vea sola al borde de la muerte sabré que por algunos instantes debí seguirte, construir lo nuestro, pero hoy no nos veremos, hoy no tengo tiempo para amarte, debo construir la casa, debo procurar ordenar la casa …