Ellos-Los Recuerdos


Mi labor es, según la dueña de la casa, la mas importante y espectacular de todas. Llevo ocupándome en ello por 19 años larguitos, y puedo decir que me siento satisfecha de los resultados que he logrado obtener y que evidencio cada vez que a ella le da por acordarse de mi presencia.

Mi trabajo no ha sido sencillo, me ha tomado tiempo aprender a realizarlo, pero la experiencia, en estos casos, es la mejor maestra de todas. Seguramente aun me queda algo por aprender, que no es tanto como lo que se creería.

Suelo ubicarme en la puerta de la casa, no como una celadora del común que decide la entrada de los que llegan, eso iría en contra de las políticas de la casa, yo simplemente decido quienes son aquellos que se quedan o deben salir del lugar, teniendo siempre presente el bienestar y el crecimiento de ella.

Para poder lograr el bienestar que tanto anhelo, con el tiempo se ha agudizado mi mirada, y he aprendido a entender cada uno de los gestos que ella realiza en presencia de ellos, es entonces cuando comienzo mi labor, si en su cara se dibuja una gran sonrisa de alegría, le digo a ella que los invite a que se queden, y para garantizarlo hago que ella preste especial atención a ellos, les ofrezca el mejor vino, el de la casa, y los deleite acompañando el momento con el mejor queso, que prenda la chimenea y deje escoger a los presentes la música que a su antojo les plazca poner. Ella suele escucharme con atención cuando doy este tipo de recomendaciones, es por ello que hemos gozado de un calido ambiente familiar.

Cuando en su cara noto algún gesto de tranquilidad o serenidad, hago que los presentes se queden por algún tiempo más, estos suelen ser los menos exigentes, es por ello que ella se ha acostumbrado a ofrecer ricas galletas preparadas con sus manos, y un café con azúcar tenue para evitar el hostigamiento. A mi me encanta que ellos vengan, por lo general se quedan, y se que ella, aunque no lo sepa, es feliz.

Mi labor no es siempre así de fácil, en algunas ocasiones ella suele ser terca, razón por la cual tomo las riendas del asunto. En algunos casos ellos llegan, pero lo único que hacen es desastres en esa casa, se escuchan lágrimas, se ven suspiros, la música se pone pesada, y la embriaguez lleva a que ella comience a destrozar artículos valiosos que ha comprado con esmero y hacen ver la casa amena. Lo primero que hago es hablar con ella, muestro con pruebas que la presencia de aquellos no es buena para el crecimiento de los frutos que se encuentran en el patio trasero, pero ella se hace la ciega, y en una esperanza estúpidamente ingenua los deja quedarse. Yo dejo que pasen unos cuantos días, tal vez por mi rabia, pero siempre llega un momento extremo, el cual identifico cuando ubicada tras la ventana veo como ella se entristece al ver su cara en el espejo, es ahí cuando comienzo a actuar. Siempre he sido fuerte, los tomo del cuello y los saco, aunque no puedo negar que muchos de ellos son fuertes también, así que primero los golpeo de manera sorpresiva para debilitarlos, para luego tomarlos del cuello y sacarlos.

Muchas veces ella es tan necia que pregunta por ellos cuando se siente sola, entonces toma su carro y da vueltas a su cuadra con la fija intención de encontrárselos (a los recuerdos), pero yo ya la conozco, es por eso que cada vez que los saco de la casa me aseguro que no queden deambulando a diez cuadras a la redonda, entonces ella vuelve algo frustrada, y yo sonrío, pues la casa aunque se encuentra sola (como hoy) estoy segura que no tardará mucho para que los invitados que me gustan vuelvan a crear el ambiente que tanto nos enriquece.

Att: La memoria



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Cuando no hay inspiración la mejor forma de reconocerme es releer lo que ya esta escrito… evitando apretar los dientes y la vergüenza que da, al entender, el mal viento que se respiró.

-Definitivamente la soledad juega con todo, y con todos!-

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Lo suficientemente cansada como para salir, pero teniendo que soportar la rabia que da la impotencia de no poderlo intentar.
No hay más que rezagos de la siempre soledad que juega con los retazos de un corazón que nadie pretende comprar.

“mi corazón en venta” AC.


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El azar nos puso en el camino, no para cosas tan pasajeras como amarnos, sino para trascender en los pensamientos que ante la realidad nuestras mentes afloran.
Amigo, compañero… colega, he aprendido a volver a creer, he aprendido a aprender, y también a dudar. Y hoy tras horas de dilemas, una idea se debate en mi cabeza, ya no lo resisto más.
Amigo, compañero… y admirado colega!... solo quiero gritar, gritar a su cara, tal vez sacudir su cabeza, mover algo dentro de su ser… porque no puedo entender, como después de tanta sabiduría hoy me sale con que el “arte se agota”…
El arte no se esta agotando, se esta escondiendo, esta disimulando. ¿Qué fuese del hombre sin el arte?, simplemente no seria hombre puesto que en esa pequeña palabra se refugia esa acción de fantasear, de imaginar, de pensar, de inventar. En todos esta el arte, así no se hable de pintar, de cantar o de bailar, el arte esta en volver. Frente a un mundo tan repúgnate volver a intentar, volver a inventar una sonrisa, volver a repesar un nuevo andar, volver a imaginar una salida, volver a fantasear, a soñar, a rediseñar un mundo que tal vez mañana usted también pueda apreciar.
Amigo, compañero… extraño colega! Usted es arte, por eso hoy no me haga dudar, no me desafine, entienda que aunque el arte tenga miedo no se agotará!

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Sin pensamiento

Despojada de todo tipo de teorías, dilemas, razones o argumentos, ya me encuentro observando la intención que se oculta tras cada idea que pronuncia. Ha llegado el momento sublime, instante en el que entiendo que todo toma un giro cuando su mirada con la mía se cruzan en medio de los muchos que nos miran…entonces todo se desborda, desde su tesis más precisa hasta mi crítica mas sensata, desde su alma de niño hasta mi seriedad de anciana.

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Me he cansado de leerte, he perdido mas de una vida entera tratando de descifrar qué es lo que se esconde detrás de cada letra puesta en el lugar de tu antojo, se me ha ido el día de rayos penetrantes y la noche de abrigos humanos, he trasladado mi presente a una batalla donde mi espada son las pupilas dilatadas que en medio de tanta palabra buscan respuesta a mis pávidas preguntas. Me cansé de rebuscar señales, pistas, rastros de un rompecabezas que ya ni recuerdo de cuantas fichas esta compuesto. Estoy agotada de encontrarte para luego buscarte y en mis deseos imaginarte, de dar media vuelta oliendo que estas cerca, sabiendo que a lo lejos te pierdes sin darte cuenta. Ya no soporto tratar de descifrarte, entenderte o capturarte, de esperar con calma el paso que la confusión no te deja dar. Ya no quiero saber como lo piensas, como ordenas o como diferencias tus impulsos, tus deseos, tu amor, tus creencias, pues no quiero darme cuenta que otra hora pasa apegada a una oportunidad que tú desaprovechas.


Pasan tres horas y estoy de vuelta…. Estas tú?... Otra vez momento equivocado

Pasados ya varios siglos y viendo que me encuentro algo vieja e indignada se me antoja confesar. Confieso que siempre quise ser miope, eso de poder mirar siempre a lo lejos entretuvo mucho mi tiempo de ocio, el cual realmente hizo que mi presente se perdiera en simple espera. Hubiese preferido ser miope para vivir todo aquello que en el momento la emoción me pedía y así haber disfrutado de un desequilibrio, de algún instante de desorden, de haber metido la pata, sin preocupación por lo que para ese entonces era “mi futuro”. Siempre quise ser miope, porque lo que a lo lejos se ve siempre va a estar lejos, en cambio uno siendo miope se cansa de ver borroso y no queda más que perderse en la risa que cada segundo el ahora regala. Definitivamente quise ser miope, en especial en aquellos momentos en los que mi alma vibraba, mi estomago se enrollaba y mis rodillas temblaban, el tener buena vista hizo que mi imaginación se cegara. Hoy ya estoy vieja, y como buena vieja en mi cara sostengo mis gafas, demasiado tarde para ello, porque ya se perdió mi tiempo, y de repente el amor que tanto esperaba se consumió creando esta escena en la que me encuentro, una mujer vieja, con un blog de hojas vacías y amarillas, una pluma con la tinta a punto de secarse, y lo mas aterrador de todo, sin nadie que me lea cuando ponga este punto, mi punto final.

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Ayer me hablaron de desamor,
será por ello que hoy no encuentro inspiración?
mientras en la balanza las miradas se pelean con fulgor
ya no encuentro en mis palabras alguna solución,
y cuando mi alma acelerada corre en busca de calor
se frunce mi ceja porque ya no aguanto esta situación,
es que hoy entiendo cuando en el espejo veo tanto dolor
el motivo por el cual se ha perdido mi inspiración


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Cual es el maldito problema? Es cierto, hace mucho frío, todo se ve gris, tanto silencio encarcela y las llaves no se encuentran…y cual es el problema? Levántese de la cama, póngase un saco, prenda la luz, ponga esa canción, llame a un cerrajero y cambie el seguro de ese viejo baúl!, Que manía tan fea esa de cumplir falsas condenas!

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El problema es cuando me sumerjo en realidad, entonces al cerrar los ojos solo duermo, desplazando los pensamiento que suelen arrullar antes de llegado el sueño. Y en la realidad si siento el viento ya no escucho bellos presentimientos, solo tomo la bufanda y tapo mi cuello. El problema surge cuando me da por mirar al cielo solo por juzgar al tiempo, dejando mejor la admiración para otro momento. Y es que mi realidad me muestra, cada vez que por la calle voy, miles de lecturas, trabajos, compromisos por cumplir, entonces camino rápido y no detallo quien por mi lado pasó. Pero en realidad mis días así son solo vacíos, por eso hoy te pido, si la casualidad nos junta, que no dudes en dejar escapar una sonrisa, a ver si así a mi realidad vuelves más placentera y acabamos con los problemas.

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Que lapicero necio, que hoja tan blanca, que perdida de tiempo sentir y no poder escribir nada.
Que extraño es el momento cuando el alma grita y las palabras enredadas se pierden en el tiempo.
Que frió es el momento en que tus palabras no dicen nada y que ingenuo es el momento cuando las pienso en madrugada.
Que absurdas las palabras cuando muestran un pasado, pero si me pierdo en tu mirada no te extrañes si comprometo un pasado-mañana.
Y si dos horas y media después de media noche mi espalda tiembla no es por un pasado vacío que mi memoria no recuerda, ni por el futuro lindo que tanto se anhela, es por un presente incierto que mi alma no sabe como se maneja.

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Estoy cansada de las personas, las que en clase se envuelven en discursos gastados, las mismas que repiten frases de lindas viejas canciones, las que se han quedado en viejos debates, en viejos argumentos, en un mundo acabado.
Estoy cansada de la gente que no tiene su propia mirada, que están inmersas en libros de hojas rasgadas, de fotos amarillas y fechas pasadas.
Estoy cansada de la gente paranoica, aquella que piensa que todo el mundo es un complot en vía de acabar con su libertad, pobres encarcelados en palabras, dudas, pasado, laberintos.
Estoy cansada de la gente que solo piensa, solo critica, solo malinterpreta, solo escucha, solo rezonga, solo espera.
Estoy cansada de las personas que creen que la salida ya es la meta.


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Hoy todos queremos acabar con la guerra, pero ya se han preguntado que haremos con la memoria?


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Al pobre Ulises lo desataron!, fue su amigo, quien cansado de verlo refunfuñar decidió dedicar un día entero para desatar el nudo ciego que ataba a Ulises al mástil, a su razón, a su intención de llegar a la isla de los Feacios. Su amigo había notado las noches en que Ulises se desvelaba esperando el día de su llegada, el día de su encuentro con ella, lo veía llorar en esos largos atardeceres, suspirar en la madrugada, cantar tristes canciones en días de lluvia y escribir melancólicos poemas en días de sol. Fue por eso que se preparó para dar libertad a su amigo, quitó la cera de sus oídos para escuchar cuando las sirenas se acercaran y así él rápidamente desatar a Ulises, y lo logró. Ulises no se pudo resistir al placer de las sirenas, a su extraña melodía que encegueció todos sus planes, todas sus ilusiones, todo su amor. Al pobre Ulises le tocó vivir en aquella isla de frío placer por más de una eternidad, mientras al otro lado del océano ella desconcertada lloraba en soledad. Un día, minuto o segundo cualquiera, las osadas sirenas desaparecieron, dejándolo en medio de la nada, sin nada que a Feacios lo hiciera llegar, lloró otra eternidad, hasta que un mensaje llegó con el tibio viento de las seis de la tarde, era ella que desde lejos lo llamaba, y entonces, no se sabe de donde él sacó fuerza, construyó su nueva balsa y zarpó. A su llegada no estaba la celebración que acostumbraba ver siempre al final de sus viajes, los grandes banquetes, la música, la multitud, ya no estaban los familiares de sus tripulantes, pero sí una vieja, de largas canas recogidas, manos arrugadas y lento caminar, Ulises ya viejo la reconoció, era ella, como siempre lo planeó, como siempre lo soñó, como siempre la amó. Ulises tardó años buscando a su antiguo amigo, pero parece que murió perdido en la degradada depresión, él nunca entendió que para Ulises la pasión solo era fuerte si era ella quien lo acompañaba, y que amor no siempre se separa de la razón.


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Espera a que sea oscuro, lentamente y sin hacer ruido se levanta, sale del cuarto y ya desde la puerta de la casa mira hacia adentro, en su cara tranquilidad, en sus manos dos maletas. El mayordomo quien la ha acompañado por largo tiempo, y además fue quien le ayudo a empacar le hace la señal, entonces, ella da media vuelta y sale, él va detrás de ella, cierra la puerta y pone el seguro…

– Por qué no se despide?- pregunta él
-estoy cansada, hoy tengo afán, además no quiero arriesgarme a dar marcha atrás-
-eso esta bien ¿piensa llamar cuando llegue?
-no
-ha dejado alguna nota?
-no
- todo sea por su bien señora- dice mientras la mira con asombro
-gracias

Camino a la estación él en su cabeza no logra apaciguar sus preocupaciones, sus preguntas, sus deducciones, su intranquilidad, su tristeza… ella simplemente ni lo piensa. Ahora ambos esperan sentados en una banca roja, rodeada de gente que mira con suspicacia, que al igual que ella se aferran a sus maletas, y miran con sospecha a todo aquel que se les acerca. Ella calla, y como siempre él habla…

-Que le digo al doctor cuando se levante?
- No le diga nada, no lo va a notar
- Lo conozco! Se sentara a escuchar sus tangos, ahogado en la pena
- Que buena creatividad la que sueles tener!-dice sarcásticamente- ud que piensa hacer mañana?
- Pues acompañarlo, usted donde estará?
- mmm no sé, a propósito! Vaya por favor y cómpreme un tiquete, para donde sea, pero asegúrese de comprar el que mas lejos me lleve de este frío lugar…

Él se levanta envuelto en ironías, ella mientras tanto cuida atentamente sus maletas. Cuando el mayordomo regresa algo no funciona de la manera habitual, él hace que sus miradas se crucen, ella tiembla.

-¿que hizo falta, actos o palabras?- pregunta él
- (ella no quiere responder)

Es ahí cuando el mayordomo saca dos tiquetes…

-¿Qué? ¿Como así? Le dije que comprara solo uno, yo no pienso volver a este oscuro lugar
- no señora, uno es suyo, el otro es porque yo me voy con usted.

Es ahí cuando ella decide soltar las maletas, tomarlo de las manos, abrazarlo y partir, junto con él.

Quién sabe donde estarán, pero ojalá sigan juntos y estén bien!


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Tengo unas ganas extrañas de leerme, escucharme, entenderme…
Pero me pierdo en medio de una nublosa visión y los sonidos se mezclan con el murmullo de los mudos que gritan. Entenderme es tan complejo que hasta me canso de pensarme, y es por culpa de ese nudo que tengo allá adentro que no me deja caminar con la pasividad con la que antes solía hacerlo. Tengo un feo recuerdo, una esperanza, una melancolía, un sueño…sueño…tengo mucho sueño, tanto que mi pereza le gana a mis emotivos movimientos… y hablo de un nudo, una confusión, un desafine, y un mañana…con un fuerte guayabo.

oct 6-7
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Pobre maniático desenfrenado, le advertí, pero él insistió, le explique que a mi corazón es mejor no tratar de entender, mucho menos cuando se encuentra con la razón, que es casi siempre, pero aun así él persistió.

Hoy lamento su perdida, dicen quienes lo conocen que ahora camina solo por las calles de una fría ciudad, camina lento porque a sus pies lleva atada una cadena que no le permite correr, y sus brazos se encuentran amarrados en una camisa de fuerza por lo cual ya no puede volar, dicen que sus ojos están perdidos y que en su gesto no se identifica ninguna expresión.

Pobre loco con problemas, nunca entendió que mi corazón no es para convencer, tampoco para cuestionarle su afirmación o negación, que mi corazón no es para analizar ni entender…solo para amar!


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oct 5

Que mundo anestesiado, que mundo tan ciego, que mundo tan irónico, yo no lo entiendo. Que manía tan extraña aquella de repetir las imágenes de cuando dos torres cayeron, que gente tan absurda, pobre muchedumbre la que aun llora quieta año tras año la pena, la que no se ha dado cuenta que la catástrofe aun no desaparece. Pobres miopes los que juran que hace 5 años tan solo dos torres cayeron, y no se han dado cuenta que en Guantánamo hace 5 años la gente ya ni reza, que hace 5 años en Guantánamo no hay olor, no hay visión, no hay sabor. Pobre adormecidos los que creen que los campos de concentración se han extinguido, fruncen sus cejas por las torres, e ignoran lo que hoy es acontecido. Que mundo extraño, yo no lo entiendo.


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oct4

Siempre tenía algunos de reserva, la idea era que de alguna u otra manera ellos me acompañaran en el camino para hacerme sentir más cómoda al hablar.
Pero un día me levanté, y lista a tomar el rumbo me percaté de una triste realidad, solo quedaba uno, el ultimo!... con picardía sonreí, un reto me propuse, como estaba cansada de quedar siempre sin nada a mitad de camino me inventé una nueva estrategia, aunque voy a confesar que no fue una invención del momento, ya la había inventado pero siempre que intentaba llevarla a cabo fracasaba, tal vez por mi inmadurez o simplemente porque sabia que en mi bolsillo quedaban más, el caso!, iba a intentar esa vieja estrategia, tomé ánimo, me concentré y él entró en mi ser.

Aunque tenia por costumbre absorber sus esencias rápidamente, dejándome llevar por simples emociones, afanes, que no me daban tiempo para disfrutar profundamente el sabor del interior, hoy iba a tratar lo distinto, antes solía ubicarlos en el centro y allí rápidamente me consumía, o yo a él, era siempre un momento espectacular, pero demasiado fugaz, tan fugaz que siempre llegaba sin él a mi destino, siempre dejaban unas marcas poco agradables, perturbantes, grandes y toscas, pero que después de un fuerte pero corto duelo se iban al olvido.

Pero bueno, fue en ese momento, y así, como sin cerrar los ojos él entró en mí, fue difícil aceptar que este era diferente, era el último… Con suavidad se posó en el centro, pero yo, sin que él se sintiera incomodo, lo pasé a un lado, fue algo muy bello porque su esencia fue sutil, suave, tanto que yo a veces olvidaba su presencia, entonces me asustaba y realizaba un pequeño movimiento para revivir su sabor, y entonces él se corría de lado, y desde allá expulsaba nuevamente su esencia que se expandía por todo mi ser, llenando mi pensamiento, yo me confundía, era extraño, era como si un vacío me llenara, estaba pero a la vez parecía que no, y entonces la conversación parecía una bella melodía que con el pasar del tiempo no me abandonaba.

En algunos instantes todo parecía transcurrir tan lento que pensaba en la manera de exprimir rápidamente todo para quedarme con él… pero la experiencia me había mostrado que así no ganaría, entonces desde lo más profundo de mi alma sacaba esos granos de paciencia, y descubrí que la mano impregnada de amor era la única autorizada para entrar al alma y sacar esos granos, así fue como un día cualquiera entendí como era ese asunto de amar… sin darme cuenta del tiempo que había pasado en ese viaje de repente ya había llegado, pero antes de culminar, sin esperarlo, se me presentaron algunos percances, pero gracias a su franqueza logramos superarlos.
Llegué a mi lugar, él había logrado cumplir la meta, acompañarme en el camino, pero era el momento para su final, y sin poderlo evitar lo dejé ir por entre mis ilusiones y razonamientos, en ese momento estaba asombrada, quieta. No había de otra, levanté la mirada para continuar aunque él me hiciera falta, ahora estaba yo en medio de tanta cosa…sin saber que me llevó a hacerlo, me detuve, me senté a recordarlo, a llorarlo, pero algo sentí en mi, había dejado una marca, no como las marcas anteriores, esta era como lo que habíamos vivido, sutil, sencilla, y lo mas bello era que permanecía ahí y eso me gustaba, y entendí que algo había cambiado para siempre en mi… entonces sublime levanté la mirada y continué.


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octubre 3

Como lo nuestro ha sido condenado a la confusión
Hoy a nuestro bien un trato quiero proponer.
Lo primero a lo que invito es al olvido de lo ya vivido
Que nuestras mentes ignoren el tiempo compartido, las palabras mencionadas, la ternura demostrada y los besos dados,
Tú olvidas mi presencia en tu pasado
Yo olvido tu presencia en mi pasado.

El segundo punto de este trato es cortar las alas que este amor no ha utilizado
Por tu parte deja la creatividad a un lado
Yo mandaré mi imaginación a otro lugar,
La idea de este punto en este trato es que
Podamos mirarnos, hablarnos,
Sin tener el miedo de volver a enamorarnos.

Dado el caso lo anterior llegue a ser complicado
Recomiendo que pactemos un instante de amnesia
Para que así ignoremos lo mucho que valemos
Y tu orgullo de tenerme y me orgullo de tenerte
No detengan la intención de acabar con el vuelo.

Si estos dos puntos habremos de cumplir sobra recordar
Que no se pronunciaran palabras que nos hagan emancipar
No abrazos que nos hagan dudar
Ni besos que retrasen nuestro andar…
Solo recordemos que a nuestro bien, por el olvido hoy hemos de pactar.



mediados de septiembre
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